El oído musical

     Es la capacidad de percibir sonidos, las relaciones que existen entre ellos, y su armonía. Por ejemplo; Una prueba sencilla sería agarrar cualquier instrumento, y tocar al unísono Do, en dos octavas diferentes, y acto seguido tocar las Notas Do y Re; se podrá notar cierta “disonancia” entre las notas que tocamos, y esto es captado gracias a nuestra percepción musical.  Como sabemos, el oído musical es de suma importancia a la hora de estudiar música, o dedicarse al menos mínimamente a ella, en lo que respecta a Estructura Musical digamos.  Podemos decir, el oído en sí es una suma (como las demás habilidades) de cierto talento y su posterior desarrollo.

Existen dos tipos de oído musical:

1. Oído Absoluto: Es la capacidad de reconocer notas o acordes habiéndolos escuchado previamente, y sin referencia (o sea, la ayuda de algún otro instrumento que no sea la voz). Está especialmente asociada a la Memoria Auditiva.

2. Oído Relativo: Es la capacidad de reconocer las distancias existentes entre notas, o los intervalos. Si se tiene una referencia, se pueden identificar las notas.

Para desarrollar el oído musical, debemos:

1. Primeramente, hay que saber que esto requiere de muchísima autocrítica, ya que, sino, podría ser incluso hasta contraproducente (ya que podría generar malas costumbres). Lo ideal es siempre tener a alguien más para que pueda verificar los resultados obtenidos, y ver que no hayamos tenido graves equivocaciones.

 2. Sacar las notas de una música: es, de lejos el mejor ejercicio. Sacar una música desarrolla el oído en todo sentido, además de que ayuda a la memoria, el toque, y todo lo concerniente al tema. Es indispensable hacerlo, para poder desarrollar a pleno nuestro oído. Eso sí, es bastante tedioso y difícil, pero con paciencia, se puede.

3. Cantar y entonar: esto se puede realizar tocando una melodía en cualquier instrumento, e imitando ésta con la voz. Debe hacerse muy criteriosamente, ya que nos podemos engañar y así no mejoraremos. Esto también desarrolla la entonación de la voz, que es nuestro instrumento natural y por ende muy importante, ya que es el único que lo podemos utilizar en cualquier momento

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4. Analizar cualquier música: Desde luego, a mayor complejidad, mejor. Primero, escucharla tranquilamente, luego intentar seguirla, intentar predecir la nota que le sucede, luego seguir a cada instrumento por separado, etc. Se aprende muchísimo con esto, y luego, la percepción aumenta significativamente, lo cual hace que nos demos cuenta de detalles que antes los pasábamos totalmente por altos.

5. Comparar intervalos de notas: Esto es de suma importancia para un buen oído relativo. Consiste en saber la relación que existe entre una nota y otra; Por ej, Mi es la tercera de Do (Do-Re-Mi), Fa la tercera de Re, etc. Es muy útil para sacar una música, y ayuda bastante a la velocidad de éste proceso.